lunes, 8 de marzo de 2010

No temas a tu Competencia, ten miedo de tu INCOMPETENCIA



He tenido la fortuna de vivir procesos de aprendizaje e implementación de sistemas internacionales así como herramientas como Lean, Seis Sigma y TRIZ, así como reingenierías y rediseños organizacionales, mi experiencia es que estas herramientas solo aportan un porcentaje en cuanto a la competitividad de la empresa, ¿a que me refiero con esto? , que lo más valioso en una empresa es su filosofía, el ¿Qué?, ¿Por qué? Y ¿Para qué? Se realizan las cosas representan el 70% del éxito de una empresa, si la filosofía de trabajo no es tendida ni es congruente no importa que estrategia de calidad utilices, será saboteada , ejemplo, predicamos que la seguridad es lo importante y el gerente es el primero en no usar los tampones o casco en producción, decimos que la calidad es importante y no proporcionamos las herramientas de trabajo a los colaboradores, queremos documentar nuestros procesos y por jugar una carrera por cumplir acabamos documentando toda la burocracia y fallas que tenemos, en fin.

Cuando la filosofía de la empresa es una cultura transparente y se vive con el ejemplo, sin soberbias de los directores, sin prepotencia de líderes que no comparten su conocimiento ni desarrollan a su gente para seguir en el poder, sin ver la empresa como un “sistema” y no como un departamento en el cual yo trabajo para mi jefe y mi área, entonces las cosas funcionan, no se puede curar al enfermo si no eliminamos la causa de la enfermedad, solamente estamos calmando los síntomas.
Las empresas tienen una jerarquía en cuanto a sus ventajas competitivas, unas solo imitan lo que hacen los demás, otras van con la inercia de su giro adaptando y fusionando lo que pueden y hace su competencia, un nivel más alto busca su optimización la cual involucra ya una mejora continua, arriba de este nivel con más ventajas están las que cambian las reglas del juego involucrando innovaciones y marcando la diferencia, por último las que generalmente no tienen competencia y aprovechan todo el mercado mientras los demás escalan esta jerarquía son las empresas que rompen paradigmas.

Mi sugerencia es, antes de pensar en los demás, reconocer y aceptar nuestra situación, evaluar cual es la herramienta más adecuada para mis necesidades e involucrarse a todos los niveles en beneficio del cliente, es común querer implementar cosas nuevas cuando ni siquiera cumplimos con lo básico, revisa tus fundamentos, evalúa de manera sistémica tu empresa, ¿Cuál es tu propósito?, ¿Qué funciones y necesidades debe satisfacer mi empresa? ¿Qué estructura es la que necesito para hacerlo? ¿Qué procesos deben ejecutarse con éxito para cumplir mi propósito?, una vez que identifiquen su situación definan que tipo de empresa quieren ser, en que parte de la jerarquía que mencione quieren estar y planeen sobre ello, adquieran el conocimiento, la experiencia y sobre todo la actitud para conseguirlo.

MC .Fernando Sánchez Domínguez
Director de GEN Consultores
Capacitación y Asesoría
www.genconsultores.com.mx

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