miércoles, 31 de marzo de 2010

9 razones para ser una empresa socialmente responsable (ESR)

Responsabilidad Social Empresarial es el nombre que define un nuevo vínculo entre las empresas y la sociedad, que consiste en acciones del sector empresario destinadas a paliar los problemas sociales y ambientales de las comunidades de las cuales forman parte. A pesar de que cierta literatura suponga que la responsabilidad social no sea patrimonio de las empresas y que solo suponga un incremento de los gastos del sector, lo cierto es que las acciones de ESR aumentan la reputación de las empresas y le ofrecen grandes beneficios cuali y cuantitativos.

Durante la última década, la tendencia de incluir programas de ESR en las empresas se fue extendiendo de los países del Primer Mundo a los países subdesarrollados. En Latinoamérica, por ejemplo, donde las crisis económicas ahondaron el problema del hambre y la pobreza, las empresas asumieron el compromiso de emprender proyectos sociales en conjunto con la sociedad civil.

Contra las posiciones opuestas a este nuevo fenómeno, veamos cuáles son los beneficios que las empresas tienen por ser socialmente comprometidas. Aquí les presentamos 9 razones para serlo:

    1-Fideliza a sus clientes: Una empresa considerada socialmente responsable aumenta la imagen positiva que tienen sus consumidores y clientes. Es probable que los clientes de una empresa con buena reputación renueven su compromiso. Según un estudio de Hill and Knownlton and Yankelevich Partners, el público estadounidense prefiere a las empresas que realizan sus acciones filantrópicas y estimulan el voluntariado.

    2-Atrae a inversionistas. Las acciones responsables también mejoran la imagen de la empresa frente a la comunidad empresaria y los inversionistas: las empresas líderes son frecuentemente destacadas en los medios de comunicación, incluidos en fondos éticos y recomendadas a los fondos de inversión. Es de esperar que un inversionista descarte la posibilidad de colocar su dinero en una empresa que mantiene un historial grave de contaminación ambiental y opte por otra que se preocupe por el cuidado ambiental.

    3-Aumenta los niveles de satisfacción, pertenencia, compromiso y lealtad de los empleados. Las acciones socialmente comprometidas también promueven la estabilidad y el bienestar del público interno: un estudio reciente realizado por Cherenson Group señala que casi el 80 % de los empleados prefieren trabajar para una compañía que tiene una excelente reputación y paga un salario suficiente para cubrir sus necesidades que para una compañía que pague un mejor salario pero que tiene una mala reputación en general.

     4-Mejora la relación con el entorno e incrementa la influencia de la empresa en la sociedad. Organizaciones de la sociedad civil como Greenpeace tienden a denunciar a compañías que esconden información sobre sus productos y procesos. Publicar información honesta y precisa y emprender acciones socialmente comprometidas mejora la imagen de la empresa frente a la sociedad civil y genera nexos que pueden desencadenar en proyectos sociales conjuntas. En Latinoamérica es muy frecuente que las empresas financien propuestas y participen de la ejecución de programas sociales en conjunto con ONGs especializadas.
    5- Reduce los costos operativos. Las acciones de ESR focalizadas especialmente en reducir la contaminación del medio ambiente logra reducir los gastos y la improductividad. El reciclaje es una alternativa de amplia utilización por parte de las empresas de servicios, ya sea para extender la vida útil de equipos como para ahorrar costos de reemplazo. Por otro lado, las empresas que se propusieron reducir sus emisiones de gases contribuyeron a optimizar la capacidad energética y reducir los gastos innecesarios. 

   6- Posiciona y diferencia la marca frente a la competencia. Una empresa que destine recursos en realizar emprendimientos sociales, o bien que realice acciones destinadas a paliar la contaminación ambiental le otorgará a sus productos un valor agregado por sobre los productos de la competencia.

    7- Permite acceder e influir positivamente en líderes de opinión. Una empresa que destine parte de su presupuesto en acciones sociales o ambientales y no esconda información será destacada en los medios de comunicación y permitirá influir positivamente en los líderes de opinión.

    8- Mejora la performance financiera de la empresa. Según un estudio de Business and Society Review de 1999 las corporaciones que honran los códigos de ética tienen una performance de dos a tres veces superior de aquellas que no. Otro estudio demostró que las compañías con prácticas sociales filantrópicas obtienen tasas de retorno a sus inversiones muy superiores a sus expectativas.

    9-  Acceso al capital.  Los informes del Foro de Inversión Social revelan que los recursos financieros orientados a la ética, la mejora de medio ambiente y los programas de responsabilidad social en Estados Unidos se incrementa notablemente año tras año. Este crecimiento permite advertir que estas iniciativas tienen un acceso al capital, que de otro modo no hubiese sido sencillo obtener.

Para incluir en las metas y políticas de una organización acciones de ESR no es necesario ser una empresa grande o multinacional. Hemos visto cómo ser una empresa socialmente comprometida puede otorgar beneficios frente a la competencia y los inversionistas.  Las Pymes también están comenzando a evidenciar las ventajas de estas iniciativas.

Ing. Hardy Danker Hernández

Director General de DANHAR Soluciones

hardy.danker@solucionesdanhar.info

jueves, 25 de marzo de 2010

INOCUIDAD Y CALIDAD ALIMENTARIA

INTRODUCCIÓN

La inocuidad y calidad de los alimentos, adquiere paulatinamente mayor relevancia en México y el Mundo. La trascendencia de la inocuidad de los alimentos estriba en que el alimento puede ser causante de enfermedades que disminuyen la capacidad del individuo y sus alternativas de desarrollo, en afectar a su comunidad y desequilibrar el funcionamiento de las organizaciones en donde participa. Desde un enfoque económico y social, la calidad sanitaria de los alimentos - que sean aptos para consumo humano - es un factor paulatinamente más importante para el desarrollo del país, influenciando con ello las expectativas de crecimiento del empleo, la entrada de divisas y disponibilidad de recursos para el desarrollo. Los sectores agropecuarios y de pesca, de la industria de transformación, el comercial y de servicios turísticos relacionadas con la producción, proceso y suministro de alimentos, contribuyen de manera significativa al producto interno bruto y al ingreso de divisas, además de ser los mayores empleadores de gente en un país.

Existen varios actores relevantes para lograr alimentos seguros, los procesadores que ofrecen productos y servicios; el consumidor, las dependencias de gobierno que fomentan y apoyan al particular en su función o que protegen o educan al consumidor, el reto es involucrarlos para hacerlos corresponsables del logro de la inocuidad y calidad de los alimentos.

IMPORTANCIA EN LA SALUD PÚBLICA EN MÉXICO Y EL MUNDO

Las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA), aunque difíciles de cuantificar, se estiman relevantes en la salud de los mexicanos. Las enfermedades agudas de naturaleza infecciosas transmitidas por bacterias, parásitos y virus, en las que una de las vías de transmisión son los alimentos, son causa importante de morbilidad. Así mismo, las enfermedades crónicas, en las cuales las toxinas ingeridas por medio de alimentos contaminados consumidas por períodos largos que se acumulan en los organismos son factores de riesgo, al aumentar las expectativas de vida se manifiestan en la edad madura, afectan la calidad de vida y el desempeño productivo y causa de muerte.

Las enfermedades transmitidas por alimentos están aumentando en todo el mundo.  Según la Organización Mundial de la Salud los alimentos transmiten más de 200 enfermedades, cada año enferman millones de personas, muchas de las cuales mueren por ingerir alimentos insalubres. Solo las enfermedades diarreicas matan a unos 1.8 millones de niños cada año y la mayoría de ellas son atribuibles a bebidas o alimentos contaminados. La preparación adecuada de alimentos y bebidas puede evitar la mayoría de las enfermedades.

Las interconexiones de las cadenas alimentarias mundiales hacen que los patógenos presentes en los alimentos se transmitan más ampliamente y a mayores distancias, aumentando la frecuencia de las enfermedades transmitidas por lo alimentos y el numero de lugares afectados por ellas. La rápida urbanización existente en todo el  mundo también aumenta los riesgos, puesto que los habitantes de las zonas urbanas consumen más comidas preparadas fuera de casa, que no pueden ser manipuladas o preparadas adecuadamente y entre las que se incluyen los alimentos frescos, los pescados, las carnes y las aves.

Aproximadamente un 75% de las nuevas enfermedades infecciosas humanas aparecidas en los últimos 10 años fueron causadas por bacterias, virus y otros patógenos que surgieron en animales y productos animales. Muchas de esas enfermedades humanas están relacionadas con la  manipulación de animales domésticos y salvajes durante la producción de alimentos.

IMPORTANCIA EN EL COMERCIO INTERNACIONAL

En el comercio internacional de alimentos, la calidad y específicamente la inocuidad, se están convirtiendo rápidamente en factor clave de éxito. Las nuevas reglas de juego están descritas en el Acuerdo de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (AMSF) y en Acuerdo de Obstáculos Técnicos del Comercio (OTC).

Conforme a estas  reglas, se requieren de recursos para demostrar que las medidas sanitarias usadas son legítimas y su cumplimiento por parte de los productos nacionales no son discriminatorias contra los productos extranjeros. El importador o la empresa extranjera exportadora requiere cumplirlas, garantizando también el cumplimiento de sus proveedores en los eslabones anteriores de la cadena productiva; y para la demostración de que se han satisfecho los requisitos, y que lo implementado es equivalente.


La inocuidad de los alimentos importados requiere controlarse mejor, sin establecer barreras innecesarias a las mercancías, con suficiente infraestructura que permita identificar con mayor consistencia aquellos alimentos que no cumplen con los  requisitos nacionales, tal cual los socios comerciales de México vigilan las exportaciones mexicanas. Las deficiencias en el control de los alimentos importados, reales o no, son asuntos que los productores nacionales señalan como comercio desleal  y afectan negativamente la confianza de las sociedad en el gobierno mexicano.

IMPORTANCIA SOCIOECONÓMICA

La contribución de los sectores que integran la producción, la industria, la distribución, venta y preparación de alimentos y bebidas al producto interno bruto es muy grande. Cualquier proceso que altere la forma en que funcionan productores, procesadores y manipuladores de alimentos, comerciantes o prestadores de servicios de alimentos requiere considerar la dimensión social de la población ocupada en las cadenas de alimentos y la de los consumidores, es decir toda la población de México.

Las prácticas para la elaboración y preparación de alimentos, en cualquier nivel, requiere conservar el equilibrio entre los cambios para integrar mayor higiene y control de la inocuidad del que ofrecen alimentos y la satisfacción del gusto y de la apariencia del platillo para el consumidor. Por eso es que la modificación en las prácticas de higiene de la población involucrada en la oferta de alimentos requiere ser influenciada desde las etapas iniciales de su enseñanza para que los cambios conduzcan a la mejora de la inocuidad de los alimentos de manera sólida e integral en la cultura de los mexicanos. Los consumidores asignan una parte importante de su dinero en la adquisición de alimentos. Estas son de las principales satisfacciones de su vida, no únicamente para eliminar el hambre sino como parte importante de su vida cultural individual y de la comunidad.

Los alimentos son resultado de una cadena de operaciones que se inician en el campo, en la granja, en la laguna o los mares, cuando los alimentos aún no lo son; continúan con su transformación en las etapas primarias, a veces son sujetos de una transformación industrial, otras veces con su venta al consumidor y termina cuando una vez preparados en el hogar o en algún establecimiento son finalmente consumidos.

Según el INEGI en la información de encuestas del año 2000 el número de lugares de trabajo en donde se desarrollan actividades relativas a los alimentos es muy grande. El número de unidades de producción, proceso, distribución o venta de alimentos es de 5.3 millones de "lugares de trabajo". Posiblemente debido al fácil acceso a los consumidores y bajos requerimientos de tecnología e inversión en capital de trabajo y activo fijo que prevalecen en México, existen multitud de microempresas (con 15 o menos empleados), las cuales representan: el 99% de las dedicadas a actividades agropecuarias, silvicultura y pesca; el 95% de las dedicadas a la transformación de productos alimenticios, bebidas y tabaco; el 91% de las dedicadas al comercio mayorista de alimentos; el 99% de las dedicadas al comercio minorista de alimentos; el 94% de las dedicadas al servicio de preparación y venta de alimentos y bebidas en establecimientos y; el 100% de las dedicadas a la preparación y venta de alimentos en la vía pública y en el domicilio. Las microempresas son las que tienen más limitaciones, las mayores carencias, incluso las de cultura sanitaria, son muy numerosas y tienen un número limitado de consumidores. Las empresas medianas y las grandes, es decir las que tienen más de 51 empleados, representan únicamente el 0.6% del universo total de los lugares de trabajo. Son generalmente las que tienen mayor número de consumidores, las que han desarrollado mayor capacidad administrativa y técnica para resolver sus problemas para alcanzar y mantener su posición competitiva. Poseen mayor conciencia de la calidad e inocuidad de sus productos. Usualmente son las que tienen mayores posibilidades de exportación y tienen cuidado en sus sistemas de control de calidad.

También son las que solicitan certificación de sus productos, procesos o sistemas para satisfacer los requisitos del país importador y son las que ejercen más presión al gobierno para que se asignen recursos para atender sus necesidades y paradójicamente, las que se estima representan menor riesgo. Los empleados que laboran en las cadenas productivas de los alimentos, para suministrar alimentos inocuos requieren seguir buenas prácticas sanitarias de manera sistemática. La capacitación, el desarrollo de habilidades y la generación de una actitud positiva para lograrlo pueden recibirlas en el lugar de trabajo, sin embargo las posibilidades de recibirlas en las microempresas es muy reducida. Por lo tanto pareciera que las contadas oportunidades de que el trabajador esté expuesto a la educación de manejo higiénico es la educación primaria. El uso de la infraestructura educativa primaria para exponer al alumno a la información y formación que pueda cambiar sus hábitos de selección, preparación y conservación de los alimentos es de las únicas  forma viables que el país tiene para crear una cultura sanitaria que cambie profundamente la situación actual de la inocuidad de los alimentos en México.

La globalización y el comercio de alimentos aumentan la probabilidad de que se produzcan incidentes internacionales con alimentos contaminados. Los productos e ingredientes alimentarios importados son frecuentemente en todos los países. La existencia de sistemas más sólidos de vigilancia de inocuidad de los alimentos en los países exportadores puede reforzar la seguridad sanitaria tanto local como fronteriza.

LA REGULACIÓN, EL CONTROL Y FOMENTO SANITARIO EXISTENTE

En México, la regulación, el control y fomento sanitario de los productos, establecimientos y servicios, es el conjunto de acciones de carácter preventivo que lleva a cabo la autoridad sanitaria para controlar con base en la legislación sanitaria, las condiciones del hábitat humano, de establecimientos, de actividades, de procesos y de productos, que puedan representar riesgos a la salud de la población, así como para fomentar paralelamente las actitudes, valores y conductas adecuadas de las personas y de las empresas para motivar su participación responsable en beneficio de la salud individual y colectiva.

El fundamento legal del sistema regulatorio mexicano de los alimentos, es la Ley General de Salud emitida en 1984. La base legal desarrollada desde ese entonces ha permitido paulatinamente llenar los vacíos que dificultaban la instrumentación del control sanitario. El proceso de descentralización de los servicios de salud pública iniciado en 1986 fue concluido en 1999, ha permitido atender más ágilmente las necesidades de salud locales.

A partir de 1992 se desarrolló un modelo eficiente de elaboración de normas oficiales mexicanas, con la participación activa de la industria, el comercio, los consumidores, la academia y todas las dependencias de gobierno involucradas. Complementariamente, la participación de estos mismos actores en los Subcomités de Codex Alimentarius ha mejorado sustancialmente, lo cual se ha reflejado en un desempeño cada vez más proactivo, de las delegaciones mexicanas en los Comités Internacionales de Codex. El sistema regulatorio desarrollado a partir de 1991 con el propósito de hacer un control y fomento sanitario consistente, uniforme y sin desviaciones, ha avanzado para combatir las deficiencias históricas de la regulación sanitaria, tales como: la falta de administración e improvisación, la deficiencia de reglamentaciones, la desvinculación con las necesidades epidemiológicas, insuficiente personal capacitado y motivado, falta de equipo adecuado y suficiente y escasos laboratorio que sustenten la actividad.

Eliminó de golpe las autorizaciones premercadeo y adaptó la tecnología de la administración de la calidad a la función de gobierno y los avances de la informática para promover la mejora continua. Organizó el control sanitario para evitar la aplicación discrecional de la autoridad sanitaria, administrar mejor los recursos y ampliar su cobertura. Mejoró los sueldos e instrumento un sistema de capacitación, entrenamiento y supervisión.

El sistema se diseñó para vigilar aleatoriamente con base al riesgo empírico de establecimientos y productos, ofreciendo información representativa de los establecimientos y productos vigilados y, simultáneamente para atender las contingencias y emergencias sanitarias, las denuncias y solicitudes de particulares por medio del programa dirigido. La implantación del sistema de control sanitario de productos y servicios en todo el país ha sido paulatina.

Hasta el momento, el control sanitario es una función de gobierno que atiende en forma exclusiva, pero no limitativa, la Secretaría de Salud (SSA). En su operación se coordinan, complementándose, las dependencias federales, estatales y jurisdiccionales en sus respectivos niveles de competencia. Se lleva a cabo el control y fomento sanitario principalmente de la fabricación, importación, distribución, comercialización y suministro de alimentos, materias primas e insumos. Sin embargo poco se ha realizado en lo referente a producción primaria, específicamente de aquellos alimentos que se consumen en fresco o con poco de procesamiento.

México, al igual que otros países no ha contado con un programa integrado para lograr la inocuidad de los alimentos, lo cual ha traído como consecuencia que diversos sectores de manera tradicional han sido desatendidos, tal es el caso de la producción agrícola donde no se habían aplicado sistemas tendientes a mitigar riesgos microbiológicos, químicos y físicos.

PARTICIPACIÓN HISTÓRICA DE OTRAS DEPENDENCIAS DE GOBIERNO

Complementariamente existen otras dependencias del gobierno federal que tienen la atribución legal de promover y fomentar el desarrollo de diversos sectores de la economía relacionados con los alimentos. La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) desde 1951 estableció el control zoosanitario de los establecimientos de matanza y proceso de la carne por medio del sistema Tipo Inspección Federal (TIF) principalmente para la promoción de las exportaciones. A partir de 1988 por acuerdo con la SSA, a la SAGARPA asumió la responsabilidad del control de las importaciones de carne y productos cárnicos.

Posteriormente en 1993 por medio de la expedición de la Ley Federal de Sanidad Animal, recibió atribuciones para llevar a cabo el control zoosanitario de otros productos de origen animal, por  medio de organismos de verificación privadas,  acreditadas por la propia SAGARPA.

A partir de 1997, cuando el gobierno de los EEUU anuncia el desarrollo de medidas sanitarias para restringir el ingreso de alimentos que no cumplan requisitos de inocuidad, la SAGARPA desarrolla un agresivo programa de fomento denominado Programa Integral de Desarrollo Tecnológico para la Calidad Alimentaria (PIDTCA) enfocado a promover entre los productores y empacadores, principalmente de frutas y hortalizas frescas, la importancia de su inocuidad y la aplicación de buenas prácticas agrícolas-sanitarias.

También en 1990 el Instituto Nacional de la Pesca empezó un programa con la asistencia de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para preparar entrenadores que promovieran la implementación de sistemas HACCP. La Secretaría de Economía, anteriormente Secretaría de Comercio y Fomento Industrial, con base en la Ley Federal sobre Metrología y Normalización promulgada en 1992, promovió un mecanismo práctico para el desarrollo de normas obligatorias (NOM) y normas voluntarias (NMX); a la Entidad Mexicana de Acreditamiento (EMA) y los organismo privados de tercera parte, como las unidades de verificación de etiquetado comercial y sanitario, que apoyan la componente de comercio leal del control sanitario.

CREACIÓN DEL SISTEMA NACIONAL DE INOCUIDAD DE  ALIMENTOS

Dado el carácter estratégico de la inocuidad de los alimentos, el Gobierno Federal acordó establecer el Sistema Nacional de Inocuidad de Alimentos, de tal forma que converjan los esfuerzos de la SSA y de la SAGARPA, con el objetivo de asegurar la calidad sanitaria de los alimentos, y proporcionar así alimentos sanos a la población nacional y subsecuentemente ampliar y conservar el mercado internacional de los productos agrícolas, pecuarios y pesqueros mexicanos. En julio de 2001, la SSA creó la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), con la intención de integrar el ejercicio de la totalidad de las funciones de control sanitario, es decir, medicamentos, equipo médico y otros insumos para la salud, salud ambiental y ocupacional, así como el de alimentos, bebidas, productos de perfumería y belleza, bebidas alcohólicas y tabaco, a través de una dependencia que unifique y armonice las políticas de la SSA en éstas áreas, y que cuente con autonomía técnica, administrativa y operativa de manera que se tomen decisiones con mayor rapidez, eficiencia y flexibilidad, siempre con el sustento científico.

Por otra parte la SAGARPA ha creado el Servicio Nacional de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), el cual es responsable de atender los aspectos operativos en el control y regulación en el área de producción pecuaria, agrícola y pesca, con especial orientación en la inocuidad de los alimentos.

En este contexto, se pretende crear el Sistema Nacional de Inocuidad Alimentaria, que tendrá como objetivo coordinar la labor de cada una de las dependencias en el marco de sus respectivas atribuciones con el fin de dar seguimiento a la producción y obtención y hasta el proceso y comercialización de los alimentos, de tal manera que se garantice su inocuidad.

En este orden de ideas, es necesario desarrollar acciones de fomento de las buenas prácticas desde el origen con un enfoque básico de prevención, y de control de los insumos y los productos terminados de manera que se detecten los peligros antes de que se presente un riesgo y se adopten las medidas para evitar o eliminar su presencia. La gestión del riesgo, cuando sea necesario, se hará conjuntamente y la comunicación de riesgo se llevará coordinadamente dentro del Sistema de Inocuidad Alimentaria. Parte fundamental de este planteamiento será la participación de los gobiernos estatales y municipales y por supuesto de los consumidores y organizaciones no gubernamentales.

La estrategia de instrumentación está en estudio. Se ha considerado la alternativa de otorgar autoridad sanitaria a SENASICA por medio de modificaciones a la Ley General de Salud o aprovechar el marco legal existente para impulsar un sistema de inspección y certificación oficialmente reconocido por la autoridad competente federal (COFEPRIS), e integrar a SENASICA y a otras terceras partes en la vigilancia y control. El esquema que finalmente se desarrolle requiere una intensa comunicación y participación de las partes involucradas para que este sea equilibrado, congruente y efectivo.

Finalmente, la evaluación del planteamiento propuesto deberá conjuntar los resultados epidemiológicos en cuanto a las ETA, el desarrollo de medidas preventivas y el fortalecimiento de los mercados internacionales de los productos mexicanos.

CONCLUSIÓN

La responsabilidad sobre la inocuidad de los alimentos, principalmente de los que han sufrido algún proceso, históricamente ha recaído en la Secretaría de Salud. El sistema de regulación y control sanitario de los alimentos que opera en México desde hace ya varios años, se basa en el nivel de riesgos que ofrece el establecimiento y el producto en particular, optimizando los recursos, es decir, distribuyéndolos con mayor énfasis en aquellos que se asocian frecuentemente a las enfermedades transmitidas por los alimentos.

Este se ha instrumentado de manera descentralizada en todo el país por las entidades federativas, ofreciendo información representativa del universo vigilado y al mismo tiempo permitiendo atender contingencias, emergencias sanitarias, denuncias y las solicitudes de apoyo a la exportación, al certificar ante las autoridades sanitarias de otros países que los alimentos son inocuos y de calidad. Sin embargo, en el contexto mundial es claro que la inocuidad de los alimentos es resultado del cuidado y control que se tiene en cada una de las etapas de los procesos que sufren desde su producción hasta el consumo, dando como resultado una cultura de la prevención y fomento de las buenas prácticas para contender con los riesgos generados desde la raíz.

Por ello, la participación de las autoridades fitozoosanitarias es fundamental en la construcción de un sistema integrado en el que exista la coordinación de las partes involucradas.

El Gobierno Federal mexicano ha decidido establecer el Sistema Nacional de  Inocuidad Alimentaria en el que confluyen la Secretaría de Salud y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, a través de órganos desconcentrados, en el ámbito sanitario la Comisión Federal contra Riesgos Sanitarios y en el fito zoosanitario el Servicio Nacional de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, cuyo objetivo fundamental será la coordinación del desempeño de éstos para garantizar la adecuada regulación y el control de los alimentos. Todos podemos contribuir a la inocuidad de los alimentos ya que pueden contaminarse en cualquier eslabón de la cadena que va desde la producción hasta el consumo. Todos los participantes en la cadena de suministro deben tomar medidas para mantener la inocuidad de los alimentos, desde el productor hasta el consumidor, pasando por el procesador y vendedor.

GRUPO CONSULTOR I N J A C I& MIC

Tel. 01 (33) 36293999


alvarocame@yahoo.com.mx

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PORQUE ES NECESARIA LA CULTURA DE LA CALIDAD EN NUESTRO PAÍS.

Si nos remontamos a los años 50´s México vivía en una economía cerrada, es decir el importar artículos del extranjero significaba el aplicar altos aranceles a dichas mercancías. Quizá tenía cierta lógica la política establecida por el Gobierno de esa época dada a la imperiosa necesidad de desarrollar la producción de insumos en nuestro País. Por tal motivo nos dedicamos a consumir lo que nuestro País producía y a vender materias primas al extranjero. Sin embargo esta política duró demasiado tiempo y esto permitió que aquellos productos sin mayor incentivo que el consumidor nacional, se volvieran de pobre calidad y de baja demanda al exterior. De ahí que por mucho tiempo nuestro desarrollo fuera financiado con la venta de materias primas al extranjero.


Si nos remontamos al tiempo en el que México empezó a manejar el concepto de calidad, se dio cuando nuestra economía se abrió a los mercados externos. Estamos ya hablando de la época de los 70´s cuando era importante empezar a desarrollar en el País con productos de mayor valor agregado es decir productos elaborados de mayor integración en materia prima y costo y que al mismo tiempo se pudieran vender en el extranjero.


Para que esto sucediera, México tuvo que abrir sus fronteras comerciales.

De ahí nacieron el primer tratado de libre comercio con America Latina “Asociación Latino Americana de Libre Comercio” (ALALC), y posteriormente el “Tratado de Libre Comercio con Canadá y Estados Unidos” (TLC) en 1990. Estos tratados se han venido abriendo con otros Países como Chile, países de Centro América y algunos Países Europeos etc.


Para crear riqueza y fuentes de trabajo a través de la exportación, nos hemos visto en la necesidad de hacer que nuestros productos sean competitivos a nivel mundial.

Nuestros productos y servicios solamente son bien recibidos en el extranjero siempre y cuando sean competitivos en costo, calidad y servicio.


La formación de bloques económicos nos ha traído grandes oportunidades de exportar nuestros productos. Es por eso que en México ya existen importantes movimientos hacia la cultura de la calidad desde los principios de 1990´s.


Las empresas Mexicanas se han visto en la necesidad de entrar en la cultura de calidad que sin duda ha requerido un cambio de paradigmas y un gran compromiso departe de nuestros empresarios tanto en la grande, mediana y pequeña empresa.


Hay mucho que hacer todavía, porque los Países desarrollados nos llevan buena ventaja en lo que se refiere al entendimiento actual y futuro de las necesidades de sus clientes pero el futuro exitoso de este País está en seguir elevando la cultura de calidad en la mayoría de las empresas Mexicanas y esto dependerá de la enorme voluntad de todos y una gran suma de esfuerzos del Gobierno, Empresarios y Empleados.


Atentamente

José Luis Elvira

martes, 16 de marzo de 2010

Cómo evitar la fuga de los mejores empleados

La retención de los mejores empleados es una de las prioridades fundamentales para las organizaciones de hoy. Conseguir un equipo humano con la mayor profesionalidad, altamente motivado y comprometido con los objetivos de la empresa es tarea primordial de las organizaciones que no quieran perder competitividad.

Las empresas deben plantearse seriamente el realizar un esfuerzo importante para mantener a sus mejores empleados más que satisfechos. Es hora de trabajar duro y tratar de retener a los que realmente merecen la pena, porque de otro modo, la competencia lo hará por nosotros.

No podemos permitirnos el lujo de tener personas insatisfechas en su trabajo, ya que la insatisfacción de los empleados redunda directamente en la cuenta de resultados. La empresa debe cumplir con las necesidades específicas de cada trabajador, siendo los directivos los que tienen que demostrar buenas dosis de humanidad e inteligencia emocional. Está comprobado que, un empleado motivado, con una actitud positiva en su trabajo y comprometido con lo que hace, está menos predispuesto a abandonar la empresa, porque su vinculación con ella es mayor. Al igual que ocurre con los clientes de una empresa, es mucho más costoso seleccionar y formar nuevos candidatos que retener a los empleados actuales. Hay incluso clientes que son verdaderamente fieles al empleado, los cuales, a su vez, se convierten en compradores leales y actúan como embajadores de la empresa. Lo peor es cuando estos clientes, no tienen ningún inconveniente en seguir al empleado si éste cambia de empresa.


El salario emocional


Aunque el sueldo y los beneficios monetarios son importantes, los empleados valoran cada vez más los beneficios no monetarios. Éstos hacen la vida del empleado mejor y más cómoda y la empresa debe ser creativa en la forma de encontrar soluciones de este tipo, cuyo objetivo sea su retención y fidelización.

El sueldo ya no es lo más importante, y lo que denominamos como salario emocional viene a ser un factor clave en la satisfacción del empleado. Mientras que un sueldo puede ser mejorado por la competencia, el factor emocional es lo que realmente lo diferencia y el que consigue que los empleados sean leales a la misma. Uno de los grandes desafíos de las empresas es conseguir despertar el compromiso de su gente y ver qué es lo que motiva realmente a cada uno.

Diversos estudios al respecto han constatado los diferentes factores que más influyen en la motivación del empleado, al margen de una retribución justa y al nivel que el ofrecido por otras empresas del mismo sector, pudiendo citar como más importantes los siguientes:




  • la formación ofrecida por la empresa, el conocimiento de lo que se espera de él cada día, la calidad de la relación directa con su superior inmediato, el poder expresar sus ideas y sugerencias, actuar y contribuir en otras áreas de la empresa, oportunidades de ascenso y promoción, retos profesionales, ambiente laboral agradable, flexibilidad, libertad, seguridad, equidad entre el resto de compañeros, planificación de la carrera profesional, conocimiento de sus logros por parte de la dirección y el considerarse recompensado, reconocido y apreciado.



Motivar y estimular constantemente y de manera creativa a los mejores empleados debe ser lo habitual para así cuidar y aumentar día a día su compromiso con la empresa. Y se debe hacer, atendiendo a las diferentes necesidades de cada empleado, para suministrarle el beneficio adecuado a través de una verdadera creación de valor. El reto consiste en la creación de experiencias innovadoras para la satisfacción y retención de los empleados.


La relación


Es necesario fomentar una relación fluida y especial entre el empleado y su superior directo, ya que esta relación es la que realmente sopesará su permanencia futura en su lugar de trabajo. El trabajo de un directivo o superior será identificar esas áreas en las que sus empleados son más creativos, más productivos y donde se sientan más satisfechos; para luego buscar la forma de darles autonomía y hacer que puedan concretar sus ideas en esas áreas. Esto se realiza dialogando, comunicándonos sin prejuicios y estableciendo claramente qué pretende conseguir cada una de ellas a nivel individual, y si estas metas u objetivos se pueden sincronizar a nivel grupal.


El reconocimiento


Reconocer el comportamiento y desempeño de los empleados se traduce en efectos tangibles y positivos al ampliar los niveles de satisfacción y retención, así como al mejorar la rentabilidad y productividad de la organización a todos los niveles y a un bajo costo.

La gente que se siente apreciada posee una actitud positiva, mayor confianza en sí misma y habilidad por contribuir y colaborar. Los que poseen la suficiente autoestima, son potencialmente los mejores empleados. Si logramos satisfacer de este modo a nuestros empleados, crearemos un entorno vital, agradable, motivador y enérgico para triunfar y destacar en el mercado. Si incorporamos el reconocimiento como base de nuestra cultura de empresa, nos aseguraremos un clima laboral positivo y productivo.

Una organización líder en gestión de personas, será aquella que fomente buenas relaciones, identifique sus necesidades y sea consciente de sus preocupaciones, porque de otro modo sólo conseguirá que ésta quede sustentada por gente mediocre, significando la diferencia entre la supervivencia y la muerte de la empresa.

La gente no es realmente fiel a la empresa; la gente se compromete por cómo se le valora y reconoce su trabajo, por lo que la empresa representa para ellos y por los valores y beneficios emocionales que ésta sea capaz de ofrecerles. Las empresas que realmente tratan a sus empleados como éstos esperan, tienen una gran ventaja competitiva sobre las que no lo hacen.

Retener a sus mejores empleados es un objetivo prioritario. ¿Considera entonces que está haciendo lo suficiente?




Ing. Hardy Danker Hernández
Director General de DANHAR Soluciones
hardy.danker@solucionesdanhar.info

lunes, 8 de marzo de 2010

No temas a tu Competencia, ten miedo de tu INCOMPETENCIA



He tenido la fortuna de vivir procesos de aprendizaje e implementación de sistemas internacionales así como herramientas como Lean, Seis Sigma y TRIZ, así como reingenierías y rediseños organizacionales, mi experiencia es que estas herramientas solo aportan un porcentaje en cuanto a la competitividad de la empresa, ¿a que me refiero con esto? , que lo más valioso en una empresa es su filosofía, el ¿Qué?, ¿Por qué? Y ¿Para qué? Se realizan las cosas representan el 70% del éxito de una empresa, si la filosofía de trabajo no es tendida ni es congruente no importa que estrategia de calidad utilices, será saboteada , ejemplo, predicamos que la seguridad es lo importante y el gerente es el primero en no usar los tampones o casco en producción, decimos que la calidad es importante y no proporcionamos las herramientas de trabajo a los colaboradores, queremos documentar nuestros procesos y por jugar una carrera por cumplir acabamos documentando toda la burocracia y fallas que tenemos, en fin.

Cuando la filosofía de la empresa es una cultura transparente y se vive con el ejemplo, sin soberbias de los directores, sin prepotencia de líderes que no comparten su conocimiento ni desarrollan a su gente para seguir en el poder, sin ver la empresa como un “sistema” y no como un departamento en el cual yo trabajo para mi jefe y mi área, entonces las cosas funcionan, no se puede curar al enfermo si no eliminamos la causa de la enfermedad, solamente estamos calmando los síntomas.
Las empresas tienen una jerarquía en cuanto a sus ventajas competitivas, unas solo imitan lo que hacen los demás, otras van con la inercia de su giro adaptando y fusionando lo que pueden y hace su competencia, un nivel más alto busca su optimización la cual involucra ya una mejora continua, arriba de este nivel con más ventajas están las que cambian las reglas del juego involucrando innovaciones y marcando la diferencia, por último las que generalmente no tienen competencia y aprovechan todo el mercado mientras los demás escalan esta jerarquía son las empresas que rompen paradigmas.

Mi sugerencia es, antes de pensar en los demás, reconocer y aceptar nuestra situación, evaluar cual es la herramienta más adecuada para mis necesidades e involucrarse a todos los niveles en beneficio del cliente, es común querer implementar cosas nuevas cuando ni siquiera cumplimos con lo básico, revisa tus fundamentos, evalúa de manera sistémica tu empresa, ¿Cuál es tu propósito?, ¿Qué funciones y necesidades debe satisfacer mi empresa? ¿Qué estructura es la que necesito para hacerlo? ¿Qué procesos deben ejecutarse con éxito para cumplir mi propósito?, una vez que identifiquen su situación definan que tipo de empresa quieren ser, en que parte de la jerarquía que mencione quieren estar y planeen sobre ello, adquieran el conocimiento, la experiencia y sobre todo la actitud para conseguirlo.

MC .Fernando Sánchez Domínguez
Director de GEN Consultores
Capacitación y Asesoría
www.genconsultores.com.mx